domingo, 8 de julio de 2012

Clade V una opinión de un joven chileno


Agradezco en primer lugar a quien fue mi profesor hoy un amigo y compañero del camino: a Víctor Rey, quien me ha realizado esta invitación a escribir mis razones de porque quiero participar de este Quinto Congreso Latinoamericano de Evangelización, para compartirla en la Revista Kairos.

Mis motivos no escapan mucho de la invitación central del evento, juntarnos a reflexionar nuestras prácticas como cristianos y cristianas a la luz de la palabra de Dios en nuestros contextos latinoamericanos, realizar una revisión como un acto segundo desde nuestras experiencias tan ignoradas desde un relato evangélico constituido desde otras experiencias y desde diversas intencionalidades entre las cuales está de mantener una lógica de dominación sobre nuestros pueblos.


En esta primera experiencia del CLADE que espero vivir, de compartir con otras y otros cristianos, deseo revisar temas que hoy siento que se mantienen habitando en nuestros cuerpos en algunos casos inconscientes, que luego se llevan a discursos y prácticas que no permiten vivir una libertad basado en el testimonio de Jesús. Deseo encontrar otras y otros quienes pensemos de vivir una fe que se haga preguntas constantes y que no intente responderlas desde dogmas construidos en otras épocas y otros contextos europeos o norteamericanos.

Espero ver constituirse nuevos espacios de reflexión más cercanos a las realidades de jóvenes evangélicos(as) chilenos(as) que de adultos norteamericanos, donde podamos preguntarnos y cuestionarnos sobre el poder en tanto a posición de jerarquías que predominan una hegemonización de un sistema de maldad y opresión. Crear o unirnos en caminos que permitan la liberación de un sistema económico que empobrece, de una construcción heteronormativa que segrega, del abuso del dominio sobre el medio ambiente que nos mata día a día; de un modelo que nos separa de nuestras identidades con nuestros pueblos originarios y nos impone una identidad basada en el consumo y el mercado.

Replantearnos la lectura bíblica fundamentalista, literalista, y patriarcal imperante en nuestras iglesias, que nos iguala con este sistema que destruye y mantiene a unos por sobre los otros. Un re-enamoramiento del evangelio original que se encuentra contaminado por este sistema, alejado del relato de Jesús y el Reino de Dios, re-imaginar nuestro cristianismo de lo cual se nos ha negado por presiones de los poderes de este mundo que también han influenciado a nuestras iglesias en América Latina, y oponernos con todas nuestras fuerzas en a las prácticas que este sistema promueve, como la pobreza, el machismo, la homofobia, el racismo, el clasismo, el maltrato infantil y la injusticia social.

Deseo encontrar a mi hermano boliviano, peruano y argentino fuera de nuestros nacionalismos sino en nuestras identidades como hijos e hijas de Dios, hermanos y hermanas de un mismo pueblo; enriquecerme con los relatos míticos que permanecen en Abya Yala, que se mantienen en nuestras historias, conocer otros idiomas, comidas, canciones y culturas, ver juntos y juntas la riqueza que Dios le ha dado a nuestros pueblos.

Quiero estar para colaborar en los procesos de transformación que están haciendo mis hermanos y hermanas en sus distintas realidades, acercarme a sus espacios y acercar mis espacios a ellos, con el fin de fortalecernos en nuestro caminar, animándonos, acompañándonos, en busca de un mejor vivir para nuestra gente en américa latina, desde nuestras experiencias en el caminar juntos con Jesús.

Josaphat Jarpa.
Chile.



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